La Crisis Del Petróleo
La toma de conciencia del tercer mundo, apenas independizado del dominio colonial europeo, iba a suponer para Occidente un brusco despertar de la época de optimismo y de derroche energético que había caracterizado la recuperación económica de la posguerra mundial. Algunos países pobres contaban con un arma fundamental en el mundo moderno: el control de los recursos petrolíferos.
La importancia del petróleo
La proliferación de vehículos y aparatos de todo tipo (automóviles, aviones, barcos, calefacciones, producción de electricidad) basados en combustibles derivados del petróleo habían convertido este recurso en un elemento indispensable para las sociedades industriales. Una importancia que ya se había puesto de manifiesto durante la Segunda Guerra Mundial, pues una de las causas del fracaso alemán fue su carencia de recursos petrolíferos.
Curiosamente, esta materia prima tan importante se mantuvo, hasta la crisis de 1973, a un precio irrisorio, en gran parte debido a que casi todos los yacimientos se encontraban en áreas coloniales o semi coloniales, como Indonesia, Arabia, etcétera.
La crisis de 1973
La situación cambió radicalmente en 1973. Ese año una coalición árabe formada por Egipto y Siria atacó el territorio israelí con el apoyo del resto de los países islámicos. Israel recibió rápida ayuda militar de Estados Unidos, al tiempo que Europa occidental, sin inmiscuirse en el conflicto, apoyó tácitamente a Israel.
Como respuesta, los países árabes, que constituían el principal grupo de productores de petróleo, decidieron recortar radicalmente la producción y aumentar los precios. En menos de dos años el valor del barril de petróleo crudo se había multiplicado casi por diez, con respecto al precio de principios de la década de 1970. Los resultados sobre la economía mundial fueron devastadores.
Los grandes buques-cisterna constituyen la principal herramienta para el transporte del petróleo.
Efectos mundiales
La crisis petrolífera de 1973 tuvo efectos diferentes sobre cada región del mundo:
Países desarrollados:
- Aumento de los precios en las fases básicas de producción y distribución.
- Estancamiento de la producción, como resultado de lo anterior.
- Encarecimiento de los precios finales, con la consiguiente inflación.
- Disminución del consumo.
- Aumento del paro, al disminuir las actividades productivas.
- Déficit comercial de Occidente, al tener que importar a mayor precio no sólo el petróleo, sino otras materias primas, a causa del incremento de los gastos de transporte.
Países subdesarrollados:
- Aumento de la deuda exterior.
- Freno al crecimiento económico.
- Empobrecimiento generalizado.
Como excepción, los países pobres exportadores de petróleo experimentaron un rápido crecimiento económico que, no obstante, apenas ha producido beneficios a largo plazo debido a la falta de planificación.
El neoliberalismo
Una de las consecuencias de la crisis de 1973 fue un cambio en el modelo económico adoptado en Occidente desde finales de la Segunda Guerra Mundial, que se basaba en una economía de mercado complementada por un alto nivel de intervención estatal.
A raíz de la crisis del petróleo se impusieron las teorías económicas neoliberales, basadas en los siguientes puntos:
- Liberalización a gran escala de la producción y los intercambios comerciales.
- Disminución de la intervención estatal en la economía, con lo que el control de la economía queda en manos de empresarios privados.
- Desregulación del mercado de trabajo, que ha producido precariedad en el empleo.
- Reducción de los gastos públicos sociales (sanidad, educación, pensiones, etc.).
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